Cómo un alquiler de carro en Cartagena cambió totalmente mi viaje


Te voy a contar una historia real.

Llegué a Cartagena con la idea clásica: quedarme en el Centro Histórico, tomar fotos frente a la Torre del Reloj, visitar el Castillo de San Felipe y hacer un par de tours en grupo.

Todo eso lo tenía en mente… hasta que decidí hacer algo diferente: alquilar un carro en Cartagena.

Esa simple decisión transformó por completo mi viaje.


🌅 Día 1: El placer de conducir por la costa

Mi primer día con el carro fue una revelación.

Salí temprano del hotel con un destino en mente: Manzanillo del Mar. Un lugar tranquilo, poco turístico, con playas amplias y sin vendedores insistentes. Pero lo mejor fue el trayecto: manejar por la Vía al Mar, con el sol levantándose sobre el mar Caribe, fue mágico.

  • Me detuve en el camino a desayunar arepas de huevo y jugo de corozo en una tienda de carretera. Esas paradas improvisadas fueron el inicio de una experiencia auténtica, algo que un itinerario fijo no te da.

🏝️ Día 2: Redescubriendo Barú por mi cuenta

playa
playa baru

Todos te venden Barú como “el paraíso caribeño” con lanchas rápidas y tours exprés. Pero yo llegué en mi carro, a mi ritmo. El camino tiene tramos sin pavimentar, sí, pero la sensación de manejar con el mar al fondo lo compensa todo.

Descubrí playas menos concurridas como Playa Tranquila, donde comí pescado fresco preparado por una familia local. También visité un pequeño manglar donde un guía me ofreció un tour ecológico en canoa por muy poco. Gracias al alquiler de carros en Cartagena, pude evitar las zonas saturadas y vivir Barú como pocos lo hacen.


🌋 Día 3: El lodo, la risa y el Volcán del Totumo

  • El tercer día conduje hacia el norte, en dirección a Galerazamba. Allí se encuentra el famoso Volcán del Totumo, una experiencia surrealista: un pequeño cráter lleno de lodo caliente donde te sumerges flotando como en el Mar Muerto.

La entrada incluye un masaje (sí, de verdad) y luego te enjuagas en la laguna cercana. Conocer este lugar sin depender de una agencia me permitió llegar temprano, sin filas, y regresar con calma, haciendo paradas en pequeños pueblos costeños donde probé dulces típicos y cocadas recién hechas.


🏖️ Bonus: Lugares que visité solo gracias al carro

  • La Boquilla: un pueblo afrodescendiente con playas tranquilas y cultura viva. Ideal para comer arroz con mariscos y apoyar a las comunidades locales.
la boquilla
  • Playa Punta Arena (Tierra Bomba): dejé el carro en el muelle privado y crucé en lancha. Mucho más fácil con tu propio vehículo.
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  • Santa Catalina: un pueblo colonial cercano a San Basilio de Palenque, con arquitectura encantadora y un ambiente relajado.
santa c
santa catalina
  • Ciénaga de la Virgen: un espacio natural que puedes explorar en kayak al amanecer, cuando la vida silvestre despierta.
Ciénaga

🚘 Lecciones que aprendí con el alquiler de carros en Cartagena

  1. Viajar con libertad no tiene precio. Puedes decidir tu ruta, parar cuando quieras y adaptar el viaje a tus intereses.
  2. Ahorro real. Entre gasolina y peajes, gasté menos de lo que hubiera pagado en tres tours organizados.
  3. Flexibilidad. Un plan puede cambiar en minutos, y tener carro te permite adaptarte al clima, a los horarios e incluso a tu estado de ánimo.
  4. Seguridad y comodidad. Con GPS, seguro incluido y asistencia en carretera, todo se sintió fácil y confiable.

📍 ¿Dónde alquilar un carro en Cartagena sin complicaciones?

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Si estás pensando en probar esta experiencia, te recomiendo hacerlo con Alquicarros, una empresa confiable, con excelente servicio al cliente y una variedad de vehículos para todo tipo de viaje: compactos, camionetas, SUV y hasta carros automáticos.

  • Puedes reservar fácilmente en su sitio web o escribirles por WhatsApp al +57 318 770 3670. Atienden rápido, explican todo con claridad y entregan el carro donde lo necesites (aeropuerto, hotel, etc.).

Conclusión

cartagena

Cartagena tiene mucho que ofrecer, pero si solo te mueves entre la Ciudad Amurallada y Bocagrande, te estás perdiendo el verdadero Caribe colombiano. Para mí, el alquiler de carros en Cartagena fue más que un servicio: fue la puerta a una experiencia más rica, auténtica y emocionante.

Así que ya sabes: si quieres viajar con libertad, descubrir lugares únicos y crear historias inolvidables, ponte al volante y recorre Cartagena como nunca antes.

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